Vueltas y vueltas a la calabaza
Bueno una vez más nos toco en el reparto, una riquísima calabaza. De nuevo la pregunta y como… añade aquí tu adjetivo/sustantivo/adverbio descalificativo preferido… la cocino esta vez. Así que viéndome en vuestra misma situación decide explorar en las profundidades de San google y en la modesta biblioteca de libros de cocina de casa y di con la solución.
Y como me siento esplendido hoy dos recetas. Si dos por el precio de una. ¿Se puede pedir más?. Pues claro que si. Pero ya sabéis contra el vicio de pedir la virtud de no dar. Dos recetas que al hilo del nuevo rumbo que ha tomado la gastronomía, aka como cocina, aúnan tradición y modernidad, sencillez con exquisitez, globalización con cercanía, facilidad de realización con resultados más que interesantes.
Y sin más preámbulos, pasamos a las recetas.
La primera receta, viene de los países de la ribera sur del mediterráneo, como se dice ahora, o del Magreb como se ha dicho siempre. Es una sencilla receta de hummus. Pero en lugar de la tradicional receta, ej la que se usan garbanzos, vamos a innovar un poco y vamos a hacer un hummus de calabaza.
Hummus de calabaza
Ingredientes:
400gramos de calabaza.
150 gramos de garbanzos
2 Ajos
2 cucharadas de Tahine
2 cucharadas de zumo de limón
Agua
Sal
Pimienta
Preparación:
Como siempre ponemos los garbanzos en remojo la noche anterior.
Precalentamos el horno a 220º
En una bandeja para horno, ponemos la calabaza pelada y cortada en pedazos medio-grandes.
Añadimos los dos ajos sin pelar, salpimentamos y metemos al horno hasta que la calabaza esta blanda (15 ó 20 minutos, aunque depende del horno)
Una vez hecha la calabaza, dejamos que se enfríe un poco, mas que nada para salvar nuestros dedos. Una vez que la podemos manejar sin problemas, en un vaso de la batidora, ponemos la calabaza, los garbanzos escurridos, pelamos los ajos y los unimos al vaso. Trituramos.
Añadimos el Tahine y el zumo de limón. Batimos de nuevo. Añadimos un poco de agua hasta que consigamos que nos quede con la textura adecuada.
Rectificamos si es necesario de sal.
Dejamos reposar durante 20 minutos. Servimos en un plato pequeño y no muy hondo, a mi me gusta presentarla con un chorrín de aceite y un poco de pimentón picante.
La segunda receta, viene nada menos de Toledo y del siglo XV. Os explico: hace un tiempo estábamos Adri y yo de visita por la antigua capital Imperial, cuando entramos a ver una exposición sobre los sefardíes, en la Sinagoga de Nuestra Señora de las Nieves. Al acabar la exposición, salimos con un montón de información más o menos inútil sobre la vida de los Sefardíes, y también con un libro de recetas de la gastronomía de este pueblo.
Así que ayer, decide buscarle una vuelta a la calabaza y ojeando entre los libro de cocina que tenemos, encontré en el susodicho libro de gastronomía, una receta de Graten de calabaza, que a continuación os detallo. Del Siglo XV al XXI en un pis pas.
Graten de calabaza
Ingredientes:
400 gramos de calabaza
2 patatas
2 huevos
½ vaso de leche
100 gramos de Pan rallado
100 gramos de queso emmenthal rayado
2 nueces de mantequilla, asease, dos pedacitos .
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Preparación:
Pelamos la calabaza y las patatas, las cortamos en trozos medianos y las ponemos al fuego en una cazuela con agua salada.
Una vez que estén hechas, ya sabéis pinchamos con un tenedor para ver si están blandas, ponemos la calabaza y la patata en un escurridor, dejamos que suelten todo el agua.
Ponemos a precalentar el horno a 220º
Pasamos las patatas y la calabaza a un bol, espachurramos y mezclamos con un tenedor, con un aplastador o con el instrumento que tengáis a mano. Si sois seguidores de Jamie Oliver sin duda vuestro instrumento serán las manos, así que adelante, si miedo.
Una vez lo tengamos triturado y mezclado, añadimos los dos huevos, el vaso de leche, la nuez moscada, sal pimentamos y volvemos a mezclar
Una vez, lo tengamos todo mezclado, lo ponemos en una bandeja para horno, espolvoreamos por encima el pan rallado, el queso, y añadimos las dos nueces de mantequilla.
Metemos al horno por espacio de 45 minutos o 1 Hora.
No sé muy bien como se acompaña, pero marida, toma pijoterismo gastro, perfectamente con una copa de vino tinto joven.
Para los interesados el libro se llama: “Los placeres de mi comida judía en la tradición sefardí” (“Les bonheurs de ma cuisine juivie”), de A. Rivka Cohen.
Un último consejo: no lo comáis todo el mismo día. No queremos morir de sobredosis de calabaza